Mitos sobre pelo: Mentiras y verdades al descubierto

Seguramente habrás escuchado muchas leyendas urbanas o mitos de dudosa veracidad que trascienden de generación en generación. Se trata de recetas mágicas que te devolverán el pelo que estás perdiendo, o remedios caseros que harán que dejes de perderlo. Es probable que los hayas escuchado en la peluquería mientras esperas tu turno, en la fila de la farmacia o por un amigo que siempre cuente la misma historia de parte de su abuela. Las razones de los mitos son muchísimas, pero lo cierto es que existen y llevan arraigados una buena cantidad de años sin que nadie se haya detenido a pensar en las falacias que esconden.

A continuación, observa cuáles son los mitos sobre el pelo más comúnes y porqué razón hay que desecharlos para siempre.

Mito vs Ciencia

El pensamiento mágico está en las antípodas del pensamiento científico. Bajo la atmósfera del primero, la curación o restauración de la salud se debe a un proceso cómodo, sin esfuerzo y por motivos mágicos. Es importante que sepas que la cura mágica no existe. En el caso de la alopecia, siempre tenés que consultar con tu médico de cabecera que en base a tu problemática te indicará analísis de sangre, metabolícos y endocrinos para recién ahí determinar la causa que te genera la caída capilar. Los tratamientos verificados y validados científicamente son el del implante capilar que se realiza a través del trasplante pelo por pelo, Minoxidil que se utiliza como loción sobre el cabello y el Finasteride en comprimidos por vía oral.

Mito 1: el shampoo lastima el pelo

Se trata de una tendencia ecológica que apunta directamente contra los productos químicos y las multinacionales que las producen. Sus defensores radicales afirman ciegamente que el shampoo irrita el cuero cabelludo por los ingredientes que posee y genera producción de mayor cantidad de sebo. La alternativa propuesta va desde bicarbonato y agua hasta otras preparaciones que terminan siendo realmente nocivas. Fueron los dermatólogos que salieron inmediatamente al cruce de esta premisa: «El shampoo elimina la grasa producida por las glándulas sebáceas, donde quedan atrapadas las células muertas del cuero cabelludo, la suciedad, o las sustancias que nos apliquemos en él», por lo que erradicarlo de la higiene habitual es un grosero error. Respecto al uso del bicarbonato mezclado con agua no es una buena solución ni alternativa al uso de shampoo porque el bicarbonato presenta un ph alcalino que puede irritar el pelo y decolorarlo de manera severa, no impidiendo la producción de sebo que viene determinada por procesos endocrinos propios de cada persona.

«El shampoo elimina la grasa producida por las glándulas sebáceas, donde quedan atrapadas las células muertas del cuero cabelludo, la suciedad, o las sustancias que nos apliquemos en él»

Dermatólogos especialistas en salud capilar

Mito 2: arrancarse una cana produce otras siete en su lugar

Arrancarse una cana fue prácticamente un pecado durante mucho tiempo. El mal augurio de que arrancarla determina que se generen otras siete en el mismo lugar torturó a aquellos que por accidente perdieron el pelo con pigmentación blanquecina. Lo cierto es que cada pelo, sea una cana o no, nace de un sólo folículo. Por esta sencilla razón es imposible que arrancarse una cana genera otras siete. A lo sumo lo que puede ocurrir es que nazca una nueva, pero esto no repercute en las adyacencias. Lo que sí puede ocurrir es un efecto óptico sobre la cana que pareciera dotar a la zona con otras canas, pero esto no es efectivamente real.

Mito 3: si tu papá es pelado, vas a ser pelado

Los antecedentes genéticos son importantes puesto que muchas características se transmiten de generación en generación. Sin embargo, existen muchos casos de padres pelados e hijos con melenas tupidas. Esto se debe a que la característica puede no haber sido compartida por los genes, o que en el caso del pelo los genes de la madre fueron más influyentes sobre los del hijo generando un pelo fuerte y sano. Lo mismo ocurre al revés: padres con mucho pelo e hijos que sufren alopecia por diferentes razones. En estos casos el anhelo del ya pelo genera angustia y desesperación optando por productos de nula evidencia científica. Siempre es fundamental consultar con un médico especialista que te dirá qué es lo más conveniente para tu caso.

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